martes, 15 de abril de 2014

Report - PTQ Portland en Barcelona

¡Hola Magikeros y Magikeras! Antes de seguir con los spoilers de Travesía hacia Nix, permitidme haceros un resumen de mis aventuras en el PTQ Portland'14 en Barcelona.

Preparaciones
Era un torneo de Sellado, así que la única preparación que hice fue preparar el álbum para cambiar cartas (que luego me costó una barbaridad meter en la mochila y me acabó dando muchos dolores de cabeza).

El viaje
Éramos seis personas metidas en el mismo coche y a mi (como era el más pequeño) me tocó el asiento de atrás. El viaje transcurrió sin incidentes, salvo al aparcar, que no sabíamos si estaba prohibido o no y al salir del coche donde casi me dejan abandonado. Pero a parte de eso, llegamos a tiempo para almorzar algo sano (yo un par de Phoskitos que traía de casa) y apuntarnos.

Construyendo el mazo
Pasemos al torneo directamente.
Mi pool no era especialmente espectacular, tenía un rojo con varias chispas pero poca chicha, un azul bastante malo y un negro con algo de removal pero pocos bichos buenos. Mi blanco en cambio era excelente, pues tenía criaturas rápidas como el Pegaso fiel, Guardia celeste, Guía solar, un par de tapeadores y otros bichos baratos, además de una Lanza de Heliod para acompañarlos. Decidí emparejarlo con el verde, puesto que tenía una Heroína, Ordalía, Araña, un par de Sátiros y una Segadora de lo salvaje que acabé splasheando. En principio tenía buena pinta, hasta que, a mitad de construir el mazo me di cuenta de un problema: no tenía suficientes trucos como para disparar Heroísmo. Así que para compensar, tiré un par de cartas de heroísmo y (muy a mi pesar) puse un par de Resplandor de Efara para activar la habilidad. En ese punto me plantée si no hubiera sido mejor ir a negro (entonces me fijé en que en verdad tenía mucho removal negro y una Devanadora del destino como bicho gordo), pero no quedaba tiempo para cambiar la lista completamente (es más, se me olvidó de meter el pantano que pensaba usar para splashear en mi primera versión y tuve que llamar a un juez xD), así que tuve que arriesgarme y confiar en mi habilidad para intentar no perder.

El precio de los errores

La primera ronda no me fué muy bien. Mi mazo no era nada brillante y mi oponente me lo demostró jugando correctamente su baraja azul-verde-blanca. Conseguí perder 1-2, sólo porque logré curvarle de maravilla en la segunda partida. Esa derrota me confirmó que el mazo blanco-verde no tiraba demasiado y había que cambiar a blanco-negro, así que me preparé mi segundo mazo para usarlo en la siguiente ronda (es lo malo de los torneos competitivos, tienes que jugar la primera partida con el mazo que has dado en la lista sí o sí, sino la pringas). Lo malo es que no me quedaban fundas, así que tenía que sacar las cartas de mi baraja y meter las de la nueva cada vez que cambiaba de mazo.

En mi segunda ronda perdí la primera partida frente a una baraja azul-negra, cambié de mazo lo más rápido que pude y aguanté bastante bien. Iba ganando hasta que me jugó el Coloso gigante y al bajar la décima tierra me ganó con él.

Con dos derrotas la cosa no pintaba muy bien. Estaba al límite de dropear y me sentía un poco estúpido por los errores que había cometido al construir el mazo. Así que hice lo único que podía hacer, seguir jugando a Magic e intentar pasarlo lo mejor posible.

De cero a héroe

En la tercera ronda (verde-rojo) me enfrenté contra el oponente con más mala suerte que he conocido nunca. En la primera partida se quedó atascado con dos tierras durante toda la partida, sin poder hacer nada más que lamentarse. La segunda, os la resumiré rapidito:
Turno 1-Pegaso
Turno 2-Guía solar
Turno 3-Lanza
+Removal a todo bicho que me juega=GAME OVER

Como terminé mi ronda con tiempo, decidí comprar otro pack de fundas para mi segundo mazo y así ahorrarme tiempo en las segundas partidas al poder cambiar de baraja más rápido, lo cual me ayudó mucho y me enseñó que a veces son los pequeños gestos anti-estrés como éste los que facilitan la victoria.

A partir de aquí, la cosa no dejó de mejorar: gané la cuarta (verde-rojo), quinta (azul-negro) y sexta (verde-azul) ronda perdiendo siempre la primera (excepto en una, que gané con mi baraja inicial de tres colores), lo cual siempre es difícil. Recuerdo que la quinta estuvo muy reñida y que me lo pasé muy bien, aunque no pueda decir porqué (no tengo anotaciones de la partida, ya que perdí todos mis bolis antes de la segunda ronda). De pronto me encontraba con un 4-2, sintiéndome algo mejor conmigo mismo a pesar de mis malas decisiones iniciales.

A este punto, todos los demás habían dropeado (excepto yo y Víctor), así que tocaba lucirme para que los demás no lo pasaran mal por esperarme.

En la séptima ronda jugué contra una baraja verde-blanca bastante agresiva en la que usé un petabichos normal en lugar de un Revocar contra una criatura encantamiento y eso me acabó pasando factura. Aún así, conseguí ganar la ronda, gracias a mis matabichos negros (y un mulligan a cinco que hizo él). 5-2. Una ronda ganada más y me sentiría redimido de mis errores.

En la última ronda jugué contra un oponente verde-azul-splash a rojo y gané la primera partida gracias a la Heroína, que creció de forma increíble y se acabó intercambiando por un montón de sus cartas a mi favor. Después una Lanza y una Segadora remataron la faena. En la segunda partida me vi abrumado por sus trucos: giraba mis bichos, los ponía encima de mi biblioteca y, en fin, no pude hacer nada para evitarlo. De la última partida apenas puedo decir casi nada: jugué mis bichos, ataqué, eliminé sus bichos y seguí atacando hasta que gané.

Y así fue como conseguí hacer la mejor remontada de mi vida: de cero puntos a dieciocho. De cero a héroe, como la canción de Hércules. Espera, ¿Hércules era griego, no? ¿Y Theros está ambientado en Grecia, no?



Los frutos de la victoria

Como sólo eran ocho rondas y había perdido las dos primeras era muy improbable que llegara a entrar en el top 8. Pero quizás llegará a entrar en el Top 16 y llevarme algún que otro sobre de consolación, para que al menos el viaje hubiera merecido la pena.
Esperamos juntos hasta que salieron las listas y... 17. Estaba en la posición diecisiete. 17. Se me cayó la moral por los pies... ¡17! ¡El número de la vergüenza y la humillación! ¡17! ¿¡Hago la remontada del siglo y esto es lo que consigo!? ¡¡17!! ¿¡¡Después de todo el esfuerzo que me costó remontar el torneo, qué es lo que recibo a cambio!!?  La respuesta es: dolor de cabeza, un álbum mojado (se me olvidó cerrar el tapón de la botella, ups) y una buena historia que poner aquí.

Así que, con un poco de rabia por no haber conseguido ningún premio, hicimos el viaje de vuelta hacia el anochecer. Yo apenas podía pensar debido a la jaqueca, pero me sentía bastante orgulloso de mi mismo. Había conseguido no dropear en un torneo importante y sacar una puntuación mejor que cualquiera del grupo (incluído Victor, que perdió la última ronda y sus esperanzas de quizás entrar en el top 8-16). Había obtenido mucha experiencia, puntos de planeswalker y algunos buenos trueques de cartas. Así que, al final, todo había salido para bien.

THE END

1 comentario:

  1. Y donde fue el torneo?
    Es qye a mi me habria gustado ir
    Pero no pude

    ResponderEliminar