¿Cómo funcionan las mazmorras?
Las mazmorras son cartas de fuera del mazo y aunque técnicamente forman
parte de tu banquillo, no ocupan espacio en él. En Construido puedes llevar
tus 15 cartas de banquillo, más las tres mazmorras de ésta colección. En Draft
también puedes llevar las tres en cualquier partida que juegues, usando tokens
que consigas o con un papelillo.
Para usar una mazmorra, primero
debemos adentrarnos en ella con cualquiera de las cartas que nos permitan
hacerlo, desde bichos hasta hechizos o habilidades. Cuando nos adentramos por
primera vez en una mazmorra, elegimos cualquiera de las tres que existen y la
ponemos en nuestra zona de mando. Entonces, ponemos un marcador en la sala de
más arriba y disparamos la habilidad que tiene.
Cada vez que nos adentremos, iremos a la siguiente sala de la mazmorra (si
tenemos más de una opción, nosotros elegimos) y dispararemos su habilidad. No
se puede volver hacia atrás para saquearlo todo (ni para retirarse, gallinas),
siempre tenemos que seguir las flechillas. Y mientras estemos en una mazmorra,
no podemos adentrarnos en otra, por lo que únicamente nos hará falta una a la
vez.
Cuando llegamos a la última sala, habremos completado la mazmorra y saldremos
automáticamente de ella, pudiendo eligir otra cuando volvamos a adentrarnos (o
la misma y repetir la aventura de nuevo). Hay cartas que ganan bonus por haber
completado una mazmorra y desmotrar tu valía. Si ya hemos completado una
mazmorra antes de jugarlas, la carta ya sabrá que lo hemos hecho (tiene buen
ojo) y no hará falta que completemos otra para ganar su bonus (aunque otra
aventura nunca viene mal).
¿Qué mazmorra elijo?
Como he dicho antes, todas las mazmorras están disponibles en cualquier
partida, así que la estrategia está en elegir la adecuada para cada
ocasión.
Obviamente es un poco difícil llegar a una conclusión
definitiva sabiendo tan poco de la colección, pero si analizamos lo que
tenemos por ahora, podemos hacer algunas predicciones:
Mina Perdida de Phandelver
Ésta es una mazmorra con recompensas no muy espectaculares, pero corta, por lo
que si nos beneficiamos por completar mazmorras o si no drafteamos suficientes
cartas de "adentrarse" podemos ir a lo seguro y eligir ésta aventura.
Tumba de Aniquilación
Otra mazmorra cortita, pero que en lugar de darnos recompensas durante el
camino, castiga ambos jugadores, haciéndoles perder vidas o sus cartas.
Normalmente no querremos entrar ahí, ya que los efectos son simétricos y la
recompensa de conseguir un 4/4 con toque mortal tampoco es muy deslumbrante,
pero en barajas agresivas puede sernos de ayuda para ir rascando vidas al
oponente o (si estamos muy locos) hacer un speedrun y acabar la mazmorra en
tres movimientos, pero el coste de perder dos o tres cartas como mínimo es
demasiado devastador en el mazo medio (a menos que podamos abusar de ello).
Seguramente será la mazmorra en la que menos entre y que espero que vosotros
también evitéis.
Mazmorra del Mago Loco
Una mazmorra muy larga, pero con una gran recompensa al final. Si tenemos
suficientes cartas de adentrar nos irá dando ventaja cada vez que avancemos. A
menos que tengamos miedo de quedarnos a mitad de mazmorra o que necesitemos
completar una desesperadamente, será la mejor de las opciones.
¿Porqué sólo tres mazmorras?
Básicamente porque la mecánica ya es bastante complicada de por si y meter más opciones haría que cada decisión fuera eterna. Además, Wizards cuando empieza con algo nuevo y que no saben si va a gustar suele hacerlo en dosis pequeñas para ir probando. Si la mecánica gusta es posible que salgan más en otra colección, aunque habrá que probarla primero.
Esto es todo por hoy, espero que éste artículo os haya sido
útil para entender la nueva mecánica. Es un poco liosa al principio, pero
tiene pinta de ser divertida. ¿Qué opináis vosotros? ¡Nos vemos en el análisis de comunes e
infrecuentes!
